El coleo al igual que otros deportes ha sufrido grandes cambios a lo largo de la historia, es por ello que los invito a conocerlos y a que den su opinión sobre ello… El Coleo ya no se practica en las calles de los pueblos, sino que se construyen mangas especiales limitándose así el espacio. Al principio las empalizadas eran de madera, y los espectadores tenían que encaramarse sobre ellas para poder disfrutar del espectáculo; ahora son metálicas y están dotadas de tribunas.
También se limita el número de coleadores por tanda, antes era infinito, hoy no puede haber más de 4 coleadores dentro de la manga. Igualmente se reglamentó el tiempo de la estada del toro dentro de la manga, a 5 minutos para evitar el excesivo maltrato del animal; se incorporaron nuevos jueces, y la exigencia del peso del toro se ubicó alrededor de los 500 Kilogramos.
El timbre que indicaba la señal de los jueces para dar inicio de la coleada, que le daba sabor pueblerino ha sido cambiado por el intercomunicador, y la música, antes con conjuntos criollos, ahora es grabada y hasta se escuchan Steel-Bands, conjuntos colombianos y otros, que nada tienen que ver con nuestras tradiciones.
Quizás el cambio que más choca a la vista es la indumentaria; antes se coleaba en Liqui-Liqui y con Pelo e' Guama, ahora se ha incorporado el casco como medida de protección y los coleadores han impuesto el Blue-Jeans como vestimenta, quizás más cómoda, pero menos nuestra.
Los caballos también han sufrido cambios, antes se utilizaban los caballos criollos, pequeños pero de gran arrojo, utilizados especialmente en las faenas del llano. Ahora, en su lugar, vemos caballos llamados Cuarto e' milla, ejemplares importados del norte y preparados especialmente para esta faena. Su gran tamaño, arrancada y boca fina, que permite frenarlo mejor, hace que el esfuerzo del coleador sea menor.
Lo mismo pasó con el toro, antes se coleaban toros criollos llamados "pata corta", hoy en día se colea con Brahman, Cebú o mestizos.
A pesar de que en sus orígenes quienes encarnan la figura de coleador eran los peones, ahora vemos que quienes lo practican forman una élite, o sea, son familias de renombre, propietarias de haciendas y aquellos hijos de clase media superior y alta, quienes pueden darse el lujo de adquirir y mantener estos caballos tan costosos. También podemos decir que este deporte es el único que no rinde beneficios económicos, y que, por el contrario, es mucho el capital que hay que aportar para el sostenimiento del mismo.
En general, los cambios operados han sido para el beneficio del coleador y del espectáculo mismo, pero le han restado mucho de la esencia de lo que fue en sus principios.
También se limita el número de coleadores por tanda, antes era infinito, hoy no puede haber más de 4 coleadores dentro de la manga. Igualmente se reglamentó el tiempo de la estada del toro dentro de la manga, a 5 minutos para evitar el excesivo maltrato del animal; se incorporaron nuevos jueces, y la exigencia del peso del toro se ubicó alrededor de los 500 Kilogramos.
El timbre que indicaba la señal de los jueces para dar inicio de la coleada, que le daba sabor pueblerino ha sido cambiado por el intercomunicador, y la música, antes con conjuntos criollos, ahora es grabada y hasta se escuchan Steel-Bands, conjuntos colombianos y otros, que nada tienen que ver con nuestras tradiciones.
Quizás el cambio que más choca a la vista es la indumentaria; antes se coleaba en Liqui-Liqui y con Pelo e' Guama, ahora se ha incorporado el casco como medida de protección y los coleadores han impuesto el Blue-Jeans como vestimenta, quizás más cómoda, pero menos nuestra.
Los caballos también han sufrido cambios, antes se utilizaban los caballos criollos, pequeños pero de gran arrojo, utilizados especialmente en las faenas del llano. Ahora, en su lugar, vemos caballos llamados Cuarto e' milla, ejemplares importados del norte y preparados especialmente para esta faena. Su gran tamaño, arrancada y boca fina, que permite frenarlo mejor, hace que el esfuerzo del coleador sea menor.
Lo mismo pasó con el toro, antes se coleaban toros criollos llamados "pata corta", hoy en día se colea con Brahman, Cebú o mestizos.
A pesar de que en sus orígenes quienes encarnan la figura de coleador eran los peones, ahora vemos que quienes lo practican forman una élite, o sea, son familias de renombre, propietarias de haciendas y aquellos hijos de clase media superior y alta, quienes pueden darse el lujo de adquirir y mantener estos caballos tan costosos. También podemos decir que este deporte es el único que no rinde beneficios económicos, y que, por el contrario, es mucho el capital que hay que aportar para el sostenimiento del mismo.
En general, los cambios operados han sido para el beneficio del coleador y del espectáculo mismo, pero le han restado mucho de la esencia de lo que fue en sus principios.
tomado del libro "deportes" CAVIM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario